Piel de naranja confitada

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Piel de naranja confitada

Ya está aquí el 2016, y Cocido de Sopa vuelve a su ritmo de publicaciones después de haber dado unos días de vacaciones al blog. Espero y deseo que vuestro 2016 sea un año espléndido que nos permita disfrutar de la vida, de ver proyectos hechos realidad, de dar pasitos adelante y aunque nos tropecemos en el camino, porque no hay camino llano en la vida, nos levantemos de un brinco dispuestos a seguir adelante aprendiendo y evolucionando. ¡Esa a de ser la actitud! ¿Me acompañáis en este nuevo año?

... Y hablando de aprender, la receta de hoy es seguramente una de esas recetas que algunos de vosotros no sepáis hacer: piel de naranja confitada. Pues mira qué bien os va a venir si le veis futuro en alguna de vuestras elaboraciones. En la necesidad te verás, que algo aprenderás. Y era mi necesidad la de emplear piel de naranja confitada en una elaboración que verá la luz próximamente, para aprender a hacerla. 

No hay día que no caiga una naranja como postre, que no reserve su piel para elaborarla confitada. Y justo ahora, es la época de sacarle el máximo provecho a una fruta tan jugosa, rica y beneficiosa. Lavo la piel exterior muy bien, la seco en profundidad, y la guardo en una bolsa de cierre hermético en la nevera hasta que ya he acumulado suficiente cantidad como para confitarla. 


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Una receta super sencilla de hacer. Mira cómo ...

Ingredientes
  • 75 gr de piel de naranja
  • 75 gr de azúcar blanquilla
  • 125 gr de agua
Elaboración
  1. Lavamos la piel de naranja muy bien con un cepillo suave. Secarnos con papel de cocina.
  2. Pelamos la naranja practicando unos cinco cortes en la piel, sin llegar a tocar la pulpa, desde un extremo al otro de la naranja. Cortamos cada porción de piel en tiras de medio centímetro de ancho, y estas en trocitos del mismo tamaño. 
  3. Ponemos las pieles en un cazo con agua que las cubra y lo llevamos a ebullición, escurrimos el agua, cubrimos de nuevo con agua del grifo y llevamos a ebullición. Repetimos este proceso cuatro veces más. Con esta técnica restaremos amargor a la piel de naranja.
  4. Escurrimos una última vez y entonces incorporamos el azúcar y el agua medida y llevamos a ebullición nuevamente. Dejamos cocer durante una media hora a potencia suave, o hasta que el almíbar haya reducido por completo.
  5. Extendemos sobre una lámina de papel vegetal y dejamos enfriar. 
  6. Guardamos en un recipiente de cristal, espolvoreamos con dos cucharaditas de azúcar, y sacudimos el conjunto para que el azúcar impregne los trocitos y así también ayude a despegar unos de otros.
  7. Tapamos el recipiente herméticamente. 
Notas y consejos

  • En lugar de trabajar la piel de la naranja en brunoise, podéis hacerlo en tiras según la elaboración que vayáis a realizar con ella.
  • Si vais a emplear la piel de naranja ya confitada inmediatamente, no tenéis por qué embadurnarla de azúcar, sino que podéis dejarla en su propio almíbar. Envolverla en azúcar ayuda a conservarla óptimamente durante más tiempo.

2 comentarios:

  1. Me encanta la receta con la que arrancas el año, nunca la he preparado, pero viendo la pinta con la que te ha quedado,.... me anoto esta fantástica receta ya! Feliz año! bss

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  2. Hola corazón, feliz año!! Aunque sigo cada receta que publicas, la verdad es que llevaba tanto lío que no me paraba a dejarte ningún comentario. Yo siempre estoy ahí, aunque no me veas, jeje... Me encanta esta receta, ya que ahora tengo muchas naranjas y me había planteado hacer mermelada, así que con la piel a confitar se ha dicho. Me gusta muchísimo la piel confitada con chocolate negro, es un vicio. Muchos besos bombón

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